El hacer manual, el crear uno a uno, eso es lo que rescato, puesto que lo asocio
directamente con el trabajo del artesano, por ejemplo el del tejedor, ya que el
sabe como entrelazar la lana para generar un punto cruz, y como muchos de estos
puntos pueden dar forma a un chaleco; mientras que el que nunca ha tejido,
es incapaz de percatarse del como esta hecho, de cómo la hebra se convierte en
materia y dan forma un tejido, es decir, de toda la manufactura que conlleva.
Por eso que el hacer este trabajo, el doblar el papel una y otra y otra vez, hasta
transformarlo en un hábito, tiene como fin impregnar cada uno con mi aura, lo
que la producción industrial no puede hacer.
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